El tórrido relato de una chica, dos hermanos y un
triángulo amoroso… que no lo es. Olivia Townsend no es nada especial. Es sólo
una chica labrándose su camino en la universidad para poder regresar a casa y
ayudar a su padre a dirigir su negocio. Está decidida a no ser la segunda mujer
de su vida que lo abandone, incluso si eso significa dejar su propia vida a un
lado. Para Olivia, está claro lo que debe hacer. Puro y simple. Blanco y negro.
Pero lo simple se vuelve complicado cuando conoce a Cash y Nash Davenport. Son
hermanos. Gemelos.
Cash es todo lo que siempre buscó en un chico. Es un
chico malo, peligroso y sexy que la quiere en su cama a toda costa. Hace que
sus entrañas den un vuelco y, con tan sólo un beso, la hace olvidar por qué él
no es bueno para ella.
Nash es todo lo que siempre necesitó en un chico. Tiene
éxito, es responsable e intensamente apasionado. Pero ya está ocupado. Muy
ocupado, por nada menos que Marissa, la hermosa y rica prima de Liv. Aunque eso
no hará que Olivia deje de derretirse cada vez que él la mira. Con sólo una
caricia, la hace olvidar por qué nunca podrán estar juntos.
El blanco y el negro se vuelven tonalidades de gris
cuando Olivia descubre que los chicos están ocultando algo, algo que que podría
hacerla correr tan lejos y tan rápido como pueda. Pero es demasiado tarde para
huir. Olivia ya está involucrada. Y enamorada. De ambos. Ambos hermanos hacen
que su corazón tiemble. Ambos hermanos hacer que su cuerpo arda. Desea a los
dos. Y ellos la desean a ella. ¿Cómo podrá elegir entre ellos?
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